DIA DE MUERTOS

ORIGEN  PREHISPANICO.

Todo hace suponer que esta tradición comenzó hace muchos años durante la creación de aquellos mitos y leyendas surgidos de la relación que las personas hacían entre los fenómenos inexplicables asociados a la naturaleza. Para la gente que vivió en este territorio –muchos años antes de la llegada de los españoles y de que fuera llamado México– existía el mito y la creencia de que los fallecidos viajaban al Mictlán (Lugar de los Muertos) donde vivirían eternamente. El miedo a la muerte no era común, y por el contrario, se creía que era una virtud.

Mictlán es el Lugar de los Muertos y se trata de un territorio mítico ubicado en el noveno y más profundo de los niveles del inframundo. Se pensaba que allá iban todos lo que morían de muerte natural junto con el espíritu de un perro que era incinerado y enterrado junto a la persona fallecida, pues este fiel animal habría de acompañarle en su viaje entre las montañas, desiertos, colinas, ante animales salvajes, fuertes vientos y un río de nueve aguas al cual le ayudaría a cruzar para poder llegar hasta el Mictlán, donde finalmente el difunto se presentaría con su señor Mictlantecuhtli y su señora Mictecacihuatl quienes reinaban en el Lugar de los Muertos.

Mictlán es un ejemplo de la ideología que las culturas prehispánicas tenían con respecto a la muerte y su culto a partir de los mitos, leyendas, creencias y ritos que aún en la actualidad, siguen caracterizando a nuestra cultura. Sin embargo, hay que mencionar que con la llegada de los españoles y su evangelización, este tipo de tradiciones sufrió cambios durante el proceso de culturización occidental. Ejemplo de ello es la imposición de festejar el Día de Muertos durante el 1 y 2 de noviembre, cuando en realidad, dicha celebración a la muerte se llevaba a cabo según el calendario azteca o la época, pues era la única celebración que se realizaba en tiempos de cosecha cuando predominaba la abundancia y no la escasez. Por otro lado, se integraron nuevos elementos en los ritos, como lo son piezas e imágenes provenientes de la religión católica, a los cuales hoy en día también se les rinde culto.

IMPACTO.

¿Quién se imagina algo trágico cuando observa una calavera adornada con alegría visual tremenda? En ninguna parte del mundo, y aquí hay que poner énfasis, se hacen cosas con las calaveras que nos dan la impresión de todo menos de muerte. Representan, sí, la muerte, pero una muerte llena de vida.

¿De dónde vino ésta idea de que la muerte está llena de vida? Al parecer, se hace por tradición. Sin embargo, si lo rastreamos históricamente vamos a ver que esto empieza con la época colonial, incluso se refleja claramente en la tumba de Pakal que fue descubierta en Palenque, Chiapas. Asimismo, encontramos muestras en Tikal y en los murales antiguos de Chichén-Itzá. Esta idea -de que la muerte está llena de vida- ha ido adquiriendo características que van variando según el tiempo, pero donde la muerte no es una cosa triste y que se le deba  temer.

INFLUENCIA EXTRANJERA.

Tal como sucede en Tamaulipas, donde derivado de su cercanía con Estados Unidos, el Halloween o Día de Brujas ha influenciado la cultura popular, olvidándose de la esencia de recordar a los seres queridos que se han adelantado en el camino.
 
La tradición dice que los niños deben de pedir su calaverita de azúcar, en tanto la celebración estadounidense marca que los menores pidan dulces, de lo contrario harán una travesura, o dicho de otra forma; maldad a la persona que se los niegue.
 
La travesura se ha distorsionado y se ha convertido en faltas al bando de policía y buen gobierno, donde adolescentes salen  a las calles armados con  huevos, para  atacar casas, vehículos, personas, incluso transeúntes que lleguen a pasar por el lugar.
Por siglos, en México se ha recordado de manera especial a los fieles difuntos, agasajándolos con ofrendas, no solo florales, sino con sus alimentos y bebidas favoritas.
La tradición dice, que en ese día, los muertos regresan del mas allá, para degustar en compañía de sus deudos los platillos que fueron elaborados especialmente para ellos.
 
Pero, al menos en la zona centro del estado, en particular Ciudad Victoria, la tradición se limita a que los familiares acudan a las tumbas solamente a llevar un arreglo floral, pero la verbena popular se genera afuera de los panteones con la venta de todo tipo de alimentos, entre ellos el ya poco tradicional y usual pan de muerto.

CONCLUSION.

En México más que una festividad Cristiana es una celebración donde se mezclan tanto la cultura prehispánica como la religión católica, donde el pueblo Mexicano logró mantener sus antiguas tradiciones vivas.

Dentro de éstas tradiciones se mezclan sentimientos contrastantes, como lo son el dolor de perder a un ser querido, unidos al colorido de la fiesta y la diversión.

La festividad del día de los muertos de divide en dos partes, la primera el día de todos los santos celebrada el 1 de Noviembre y la del día de los muertos del día 2 de Noviembre:

Las personas velan durante la noche en la tumba esperando que el espíritu de su muerto baje y disfrute de su ofrenda.

Esta celebración es distinta en otros lugares, por ejemplo en Oaxaca se realizan alfombras enormes hechas de flores a lo largo de las calles principales que representan un verdadero trabajo artesanal de la gente, en otros lugares grupos étnicos realizan ritos como sus antepasados, para venerar a los muertos